Porcelanatos y Cerámicas

El porcelanato es un tipo de baldosa fabricada a base de arcilla, arena feldespática y otros minerales, está compuesto de partículas muy finas y homogéneas, mezcladas en función de la apariencia que se desea obtener en la pieza una vez pulida.

A diferencia de la cerámica, la masa de porcelanato es sometida a altas presiones y temperaturas (entre 1150 y 1250° C), proceso que le da una alta dureza.

Para ser cortado es necesario un equipo específico o disco de diamante.

Se caracteriza por la baja o nula absorción de agua, por lo que requiere de argamasas especiales para su instalación.

CARACTERÍSTICAS DEL PORCELANATO

Además de su belleza, hay diversos aspectos que caracterizan al porcelanato.

Resistencia y durabilidad: Por su baja absorción de agua el porcelanato es resistente a la humedad. Por su dureza resulta inalterable ante la abrasión y procesos de tracción.

Fácil mantenimiento: No requiere de tratamientos o selladores especiales, su acabado liso y brillante hace muy fácil la limpieza y la eliminación de manchas o absorción de líquidos derramados en la superficie.

Diversidad de colores y texturas:

Lograr acabados de lujo es posible gracias a la infinidad de colores y texturas ofertadas en el mercado de porcelanatos. El material puede ser unicolor, imitar texturas de cualquier naturaleza o presentar novedosos diseños, de acuerdo a las exigencias. Alto costo: Por la complejidad del proceso de elaboración.

CERAMICA: La cerámica es elaborada con materias primas como silicatos alumínicos y arcillas, las cuales dan como acabado el color blanco o rojo común que se ve en las caras inferiores y costados de las baldosas.

En su cara superior tienen un recubrimiento vítreo, llamado esmalte cerámico, que le otorga la diversidad de colores y terminaciones.

La cerámica es un producto impermeable, de fácil limpieza, que posee resistencia tanto a los impactos como a la acción de los rayos UV, sin sufrir mayores alteraciones en sus colores con el paso del tiempo.